12-5-2011 Francisco Gallinal
Desde mi única e inolvidable visita a Israel, no he hecho otra cosa que relatarle a todo mi entorno la riqueza de la experiencia y el compromiso asumido conmigo mismo de volver. Volver sí, pero en la próxima oportunidad, acompañado por toda mi familia para que ellos también, y yo junto a ellos, tengamos la oportunidad de compartir tan lindas vivencias, de respirar historia compartida, de abrazar filosofías comunes.
Seguramente allí radique la explicación de mi solicitud para integrar, en nombre del Partido Nacional y junto a otros compañeros, la Comisión de Amistad Parlamentaria Uruguay – Israel o Israel – Uruguay, como la quieran llamar. A ello debo sumar que creo en la apertura al mundo de las naciones, no solamente como forma de intensificar el intercambio comercial sino también el cultural y afectivo, como forma de contribuir cada uno de nosotros -con humildes granos de arena- a la paz en el mundo. Cerrar fronteras físicas y conceptuales es privar a las nuevas generaciones de mejor calidad de vida. La humanidad ha pagado precios muy caros como consecuencia de esa estrechez de mirada que hoy va cediendo espacio, lenta pero sostenida e inexorablemente.
A partir del nacimiento formal del Estado de Israel, con Uruguay se han venido profundizando lazos de amistad cada vez más profundos que los gobernantes, cualquiera sea nuestra posición política e ideológica, debemos contribuir a afianzar. No solamente porque es más lo que tenemos en común que lo que nos diferencia, sino porque en nuestra vinculación estamos en condiciones de abrir canales de intercambio que involucren a nuestras respectivas regiones, tan distanciadas en el espacio pero potencialmente aptas para estar unidas en el sentimiento, en la defensa de una escala de valores que compartimos que buena falta le hace al mundo que cuente cada vez más con nuevos adherentes.
Como podrán observar ,los objetivos son ambiciosos; pero en realidad la forma en que se construye es esa, la vida es caminar detrás de una utopía que, tan pronto se convierte en realidad, es sustituida por una nueva. Por eso confío en que la creación de este grupo, en la medida en que quienes estamos involucrados le dediquemos tiempo cosa que descuento va a suceder, está en condiciones de tender puentes desde una posición inmejorable, como sin dudas lo es el hecho de estar integrado por parlamentarios, y que esos parlamentarios representemos a todo el espectro político de nuestras respectivas naciones.
Sumaría a lo expresado que estos espacios ayudarán a conocer la opinión de los pueblos que representamos, que no siempre es una y única. Recientes pronunciamientos del gobierno de mi país respecto a tópicos que involucran a Israel, gobierno que no voté pero cuya legitimidad está fuera de toda discusión, no contemplan la visión que sobre el mismo tema tenemos dentro de mi colectividad política. Por consecuencia, estos grupos pueden facilitar la posibilidad de profundizar en temas que hoy acaparan nuestra atención y que admiten, como todos los temas, matices, opiniones distintas, visiones diferentes. Ese es el propósito que me anima y estoy seguro que el que motiva e inspira a todos los que integramos la comisión.
Links de interés
